sábado, 19 de noviembre de 2011

LA BIBLIA EL LIBRO MAS MARAVILLOSO: EL VALOR DE ESTUDIARLA

EL VALOR DE ESTUDIAR LA BIBLIA"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero… que usa bien la palabra de verdad" 2 Timoteo 2:15
El internacionalmente aclamado violinista Midori cree que la práctica concentrada y diligente es la clave para una buena ejecución. Mientras cumplía un riguroso calendario de 90 conciertos por año, igualmente ensayaba 5 ó 6 horas por día. Jane Ammeson, periodista de una importante revista, citó estas palabras de Midori: «Tengo que practicar para mi trabajo y lo hago todos los días. En realidad, lo importante no es la cantidad de horas, sino la calidad del trabajo que hay que hacer.».
Este mismo principio se aplica a nuestro andar en la fe. Pablo le escribió a Timoteo: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad» (2 Timoteo 2:15). Diligencia implica un esfuerzo constante y serio, lo opuesto a un enfoque descuidado y desatento. Abarca todos los aspectos de nuestra relación con Dios.
Así como un músico procura la excelencia, nosotros también debemos desear aprender, estudiar las verdades de Dios para que ellas renueven nuestro entendimiento, cambien nuestro corazón y transformen nuestro ser. No tenemos que olvidar que aun poseemos la vieja naturaleza y por eso tenemos viejo corazón, mente y voluntad los cuales se rebelan a Dios. Debido a esto es que necesitamos la Palabra de Dios para que ella nos trasforme la manera de pensar, sentir y actuar.
También necesitamos la Escritura para ser sabios, tener mejores principios bíblicos, y para que ella apruebe las decisiones diarias que tomamos. Si logramos esto seremos mejores creyentes, maduros y cumpliremos la meta suprema del cristiano, ser parecidos a Cristo. Ahora le pregunto ¿Necesita usted cambios en su vida, en su carácter y en su manera de pensar? Seguro que sí, al igual que yo los necesito.
¿Está siendo diligente al estudiar, orar y escuchar al Señor diariamente? ¿Está aprovechando su tiempo, su juventud o las oportunidades que Dios le concede?
No desperdicie su tiempo y vida, procure la excelencia de vida que ofrece la Palabra de Dios y aprenda a usarla para ser su obrero aprobado.
Reflexión: Dios les habla a quienes se ocupan de escuchar y escucha a los que se ocupan de orar.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.
¿Por qué debemos estudiar la Biblia? 5 Razones sencillas1- Debemos estudiar la Biblia porque es la Palabra de Dios. (2 Ti. 3:16).
2- Debemos estudiar la Biblia porque es eficaz y actual para nuestras vidas. (He. 1:2, 4:12)
3- Debemos estudiar la Biblia para discernir los errores doctrinales de hoy (1 Ti. 4:1-6)
4- Debemos estudiar la Biblia porque ella nos equipa para servir a Dios (2 Ti. 3:17; Ef.6:17; He. 4:12).
5- Debemos estudiar la Biblia, para estar alertas ante las tentaciones y engaños del diablo (2 Co.11:3 - Ef. 6:11-17- 1 P. 5:7-8)

Alguien escribió: “La Biblia es un libro no sólo para leerse, es un libro para estudiarse a fin de poder ser aplicado a tu vida, de otra manera, es como tragarse un bocado de comida sin masticar y después escupirlo; sin aprovechar ningún valor nutricional. La Biblia es la Palabra de Dios; como tal, es tan necesaria como las leyes de la naturaleza. Tú puedes ignorarla, pero lo harás para tu propio mal, así como lo sería si ignoraras la ley de la gravedad. No llegamos a enfatizar suficientemente la importancia que tiene la Biblia en nuestras vidas. El estudiar la Biblia se compara al extraer oro de una mina. Si haces un pequeño esfuerzo, sólo encontrarás un poco de polvo de oro. Pero si realmente te esfuerzas en “excavar en ella”, tu recompensa será de acuerdo a tu gran esfuerzo”.
La Biblia contiene los más bellos poemas, salmos, epopellas,consejos e historias dignas de ser incluídas en la Literatura Universal.

Estimado amigo/a:Un saludo especial para ti, deseo que Nuestro Amado Dios te guié y de su sabiduría para caminar junto a Él, mientras esperamos su venida. Recordando y procurando ser fieles en todo y servir con todo el corazón dando lo mejor de nuestras vidas para Su servicio y Gloria.

lunes, 14 de noviembre de 2011

BENDICIONES, CUANTAS TIENES YA!

“Cuando combatido por la adversidad, creas ya perdida tu felicidad;
mira lo que el Cielo para ti guardó, cuanta las riquezas que el Señor te dio.
¡Bendiciones, cuántas tienes ya! Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, te sorprenderás, cuando veas lo que Dios por ti hará.
¿Andas agobiado por algún pesar? Duro te parece amarga cruz llevar,cuenta las promesas de Señor Jesús, y de las tinieblas nacerá la luz.
Cuando en otros veas la prosperidad y tus pies claudiquen tras de su maldad,cuenta las riquezas que tendrás por fe, donde el oro es polvo que hollará tu pie.”

viernes, 30 de septiembre de 2011

«ENVEJECER... ES TODO UN ARTE»

por Carlos Rey.
Dichosos son los que comprenden
mi paso tambaleante y mi mano temblorosa.
Dichosos los que saben que ahora mis oídos
tienen que aguzarse para captar lo que ellos dicen.
Dichosos los que parecen darse cuenta
de que se nublan mis ojos y se debilita mi memoria.
Dichosos los que apartan de mí la mirada
al ver que derramo el café sobre la mesa.
Dichosos los que, con alegre sonrisa,
se detienen para conversar conmigo.
Dichosos quienes nunca me dicen:
«Ya me has contado esa historia varias veces.»
Dichosos los que saben recordarme
aquellos lindos tiempos del ayer olvidados.
Dichosos quienes me hacen saber
que me aman, me respetan y siempre me acompañan.
Dichosos quienes saben que ya no encuentro fácil
hallar la fuerza para llevar la cruz.
Dichosos quienes allanan el camino
de manera amorosa en mi viaje hacia el cielo.3
Pues, como dijo Jesucristo en su quinta bienaventuranza: «Dichosos los compasivos, porque ellos serán tratados con compasión.»

«ENVEJECER... ES TODO UN ARTE»

por Carlos Rey



(Víspera del Día Internacional de las Personas de Edad)
Aprender a detestar los espejos,
a embotellar los ojos,
a cicatrizar con arrugas los labios,
a crecer en manchas y pecas
manos, brazos y pechos....
Dejar que el reino de la invalidez
sea la monarquía del futuro....
Difícil destino de envejecer
con un espíritu habitado por la infancia,
donde se juega con hadas y princesas....
Un comercio ofrece en vano esconder años
y, a pesar de tantos esfuerzos y no menos costos,
los años no se transforman en días....
«¡Ya soy vieja! —proclamo a los vientos—.
Me cuesta subir gradas,
jadeo en las laderas,
me aburro espantosamente de mí misma,
mis perros me botan,
y se me quiebran las piernas,
sin remedio que alivie las quebraduras.»
En el alcance rotundo de la vejez,
se hinchan los pies y las encías,
se pierden los dientes y se nubla la vista.
Los postizos nunca se acomodan
a los llantos y a las risas,
y con ese prólogo se entra
a la soledad y al silencio....

martes, 5 de julio de 2011

«DÍA A DÍA»

Decir que el tiempo es río es decir nada.
Ni nace ni termina su corriente;
fluye desde horizontes infinitos
y seguirá, sin duda, hasta el olvido.
Nacer nadie lo vio, ni [lo] verá acabar.
En él flotamos por confusos trechos.
El tiempo de surgir y sumergirse
es el de nuestra vida, tan pequeña,
tan torpe, tan voraz, tan impaciente
que apenas nace y a morir empieza.

Feliz llamaban los antiguos vates
al que joven moría. Eran los dioses
los que daban el don de no ir más lejos.
El fin siempre es temprano. Cada día
es toda la vida en tiempo pleno.
No hay más que el hoy,
que este momento solo
en que conozco que estoy vivo y siento.

Cada día es el día, y cada hora
es la única hora de la vida.
Todo el ayer se fue en reminiscencia,
y el mañana no existe todavía.

No llegamos a viejos: Sólo somos
en la invariable vaguedad del ser.
Los nombres son equívocos, las fechas
hacen inerte cuenta sin sentido.
No somos el de ayer ni el de mañana:
Somos el de hoy apenas.
La vida empieza en cada amanecida,
y la conciencia muere en cada noche.

Yo podría contar la historia vana
de una vida que acaso fue la mía,
pero que es tan ajena y tan extraña
ante esta hora en que me nombro y busco.

No se es viejo ni joven; se está vivo.
Y soy yo, el de hoy, quien hace el mundo
con mi mano segura o temblorosa,
con la errada visión que siempre tuve,
jugando el juego
de ausencias y presencias
que sólo para mí tiene sentido.

Todo está en ti, día que amaneces,
toda mi vida en mí sin sobra y falta,
como fue en cada hora ya contada,
como será en un siempre día a día.

EL ULTIMO ABISMO

El poema fue creación de un alma juvenil, confundida y traspasada de problemas. «Tinieblas —dice el primer verso—, vengan y llévenme al último abismo, donde el dolor y el odio, y la ira y la guerra, ya no queman más.»

Y siguiendo ese mismo tono, la poesía, compuesta de versos graves y tristes, termina con: «El amor ha llegado a ser mi enemigo; la amistad se ha vuelto burla; y la esperanza, mi prisión.» Así concluyó Elisabeth Garrison, de dieciséis años de edad, su poema. Su dolor, expresado en verso, explica el crimen que acababa de cometer. Elisabeth Garrison acababa de matar a su madre.

El alma del poeta se conmueve con las emociones más extremas. Ve la vida con ojos penetrantes, y reacciona de modo diferente al común entre los mortales.

Elisabeth no se llevaba bien con su madre. Las dos nunca se habían entendido, y a los dieciséis años de edad, en medio de la desesperación, Elisabeth mató a su madre. Inmediatamente después, todavía en su cuarto, la joven compuso esos versos. En ellos pedía que se le llevara al «abismo final, donde el dolor cesa. Porque —¡y qué expresión de una muchacha de apenas dieciséis años de edad!— el amor ha llegado a ser mi enemigo; la amistad se ha vuelto burla; y la esperanza, mi prisión.»

Ante esto nos preguntamos: ¿A qué profundidad de dolor, de desesperanza, habrá llegado la persona que dice que el amor es su enemigo, y que luego mata al ser más querido que tiene? Llegar a ese extremo es lo más desastroso que el ser humano pueda conocer. Y sin embargo hay muchas personas que han caído en ese abismo.

Cuando el dolor se vuelve insoportable, cuando la desesperación nos ahoga, ese es el momento de clamar: «¡Señor, te necesito; por favor, ayúdame!»

El salmista David sufrió, así también, sus momentos de angustia. Escuchemos uno de sus clamores: «¡Sálvame, Señor mi Dios, porque en ti busco refugio! ¡Líbrame de todos mis perseguidores! De lo contrario, me devorarán como leones; me despedazarán, y no habrá quien me libre.» Con esa ansiedad comienza David el Salmo 7, pero concluye con optimismo: «Mi escudo está en Dios, que salva a los de corazón recto... ¡Alabaré al Señor por su justicia! ¡Al nombre del Señor altísimo cantaré salmos!»

Aprendamos del salmista que siempre podemos encontrar refugio en Dios. Cuando todo en esta vida nos consume, siempre queda Dios. Y con tal que lo busquemos con toda sinceridad, Él siempre nos responderá. Pongamos nuestra confianza en Dios. Él jamás nos defraudará.
Salmo 7

lunes, 20 de junio de 2011

LOS PRIMEROS Y LOS ÚLTIMOS PASOS DEL HIJO

Ya mi chiquillo ha dado algunos pasos
y apenas por mi mano retenido,
es como el ave que al dejar el nido
ensaya sus primeros aletazos.

Buscando el premio fiel de mis abrazos
se viene, ya del todo desprendido,
como por dos imanes atraído
al amante refugio de mis brazos.

Mientras le da su madre un casto beso,
sueña con verlo así, toda la vida
entre sus manos amorosas preso.

El padre, en tanto, al pronunciar su nombre,
sabe que es por el golpe y la caída
por lo que el niño se convierte en hombre.1

En este soneto el poeta costarricense Jorge Sáenz Cordero, nacido en Heredia en la víspera del siglo veinte, logra transmitir con paternal ternura lo que sienten tanto la madre como el padre de un niño que comienza a dar «Los primeros pasos», como se titula el poema. Tal vez no lo haya hecho a propósito, pero el soneto del mismo poeta, titulado «Al partir», es un complemento perfecto, ya que justifica la actitud de la madre y confirma la sabiduría del padre ante la incipiente independencia de su hijo. En este otro soneto, Sáenz Cordero ya no hace las veces de padre sino del hijo que anuncia su despedida del hogar:

Madre, me voy, Quijote a la ventura,
sin rumbo cierto y por cualquier camino;
mas no temas: Yo soy un peregrino
que bajo el traje lleva su armadura.

Confiado iré bajo la noche oscura,
y sordo a los rigores del Destino;
puesta mi mano, sin temor mezquino,
de mi espada en la fina empuñadura.

Si no vuelvo, si muero, si algún día
oyes decir que me encontró la gente
bajo un árbol tendido en agonía,

en vez de triste muéstrate sonriente;
y afirma que murió con alegría
el que supo morir como un valiente.2

¡Qué bien logradas las imágenes iniciales del niño que halla refugio en los brazos de su padre y amor en las manos de su madre, como también las imágenes finales del joven que ha aprendido bien la lección de «que es por el golpe y la caída... que el niño se convierte en hombre»! Tanto es así que a ese hijo lo vemos dispuesto a jugarse el todo por el todo, cual Quijote encarnado, sin temor alguno.

Por algo será que Dios dispuso que, de ser posible, todo niño en sus años formativos disfrutara del cuidado de un padre y del calor de una madre; y que ese padre y esa madre se amaran entrañablemente, dando así ejemplo de afecto conyugal a esos pequeños a quienes tienen el gran privilegio de criar. Pues de hacerlo así, éstos a su vez tendrán hijos a quienes darán ejemplo de cuidado paternal y amor constante, y el ciclo se perpetuará para beneficio de la familia y de la sociedad, cualquiera que sea su cultura y el país en el que vivan. Por eso el sabio Salomón comienza el libro de Proverbios, haciendo él mismo las veces de padre, con este consejo: «Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar.»3
1 Jorge Sáenz Cordero, El soneto en la poesía costarricense, ed. Francisco Zúñiga Díaz (San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica, 1979), p. 172; Jorge Sáenz Cordero, Antología poética, 1a. ed. (San José, Costa Rica: EUNED, 1996), p. 16.
2 Sáenz Cordero, Antología poética, p. 4.
3 Pr 1:8-9

miércoles, 18 de mayo de 2011

PARODIA POLÍTICA DEL SALMO 23

PARODIA POLÍTICA DEL SALMO 23
por Carlos Rey



La siguiente parodia política del Salmo 23 se basa en la revisión de 1960 de la respetada traducción de Casiodoro de Reina revisada por Cipriano de Valera. No se trata de rebajar el texto sagrado ni de profanarlo, sino de poner de relieve lo mucho que ese texto sigue influyendo en nuestra cultura. El autor, que es desconocido, se vale del recurso literario de la imitación burlesca para hacernos ver a la inversa, con sus indirectas, el mensaje del salmista David. Así, de forma atrevida, refuerza las palabras de David en el Salmo 20, que dice: «Éstos confían en sus carros de guerra, aquéllos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.»1 Esta es, entonces, la parodia política del Salmo 23, con la cual su autor critica los sistemas políticos que son fruto de los designios humanos:
El señor presidente es mi pastor; en nada me ayudará.
En lugares de delicados pastos me promete falsamente que me hará descansar;
junto a aguas contaminadas me pastoreará.
Conmocionará mi alma con el alto costo de la vida;
me guiará por sendas de injusticia por amor de su nombre.
Andaré en valle de sombra de fuerte endeudamiento.
Temeré abundantes males porque él está conmigo.
Las industrias paradas y los disidentes acallados me infundirán desaliento.
Adereza nuevos impuestos delante de mí en presencia de mis angustiadores.
Unge mi sueldo con inflación de modo que mis gastos superen mis ingresos.
Ciertamente la pobreza y las horas difíciles me seguirán todos los días de su gobierno,
y en casa alquilada moraré por largos días.
Tal vez el único modo de hacer justicia, no sólo al texto original sino también al que se identifica con las palabras de esta parodia, es recitar el Salmo 23 según la traducción de la Nueva Versión Internacional en el español que hablamos en la actualidad. Dice así:
El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
por amor a su nombre.
Aun si voy por valles tenebrosos,
no temo peligro alguno
porque tú estás a mi lado;
tu vara de pastor me reconforta.
Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con perfume mi cabeza;
has llenado mi copa a rebosar.
La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.2
El mensaje central del salmo es «porque tú estás a mi lado». Esto no debe extrañarnos, pues el tema «Dios con nosotros» es el hilo que une el texto sagrado de principio a fin. Si de veras queremos que Dios nos acompañe para que nos vaya bien ahora y para siempre, más vale que reconozcamos como nuestro Pastor al Señor de señores y Rey de reyes. Lo cierto es que nunca ha habido ni habrá jamás presidente alguno que se le pueda comparar.


1Sal 20:7
2Salmo 23

martes, 10 de mayo de 2011

«LAS MANOS DE MI MADRE»

«LAS MANOS DE MI MADRE»
por Carlos Rey



(Día de la Madre en El Salvador)
Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras...
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan ellas!
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades…
¡Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas!
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción:
¡son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
Aprended de blancuras en las manos maternas.)
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con ternezas!2

1Alfredo Espino, Jícaras tristes (Santa Tecla, El Salvador: Clásicos Roxsil, 2001), p. 127.
2Francisco Andrés Escobar, «Con el alma descalza»: Introducción a Jícaras tristes (Santa Tecla, El Salvador: Clásicos Roxsil, 2001), pp. 11,13,14.
3Is 66:13
42Co 1:3-4


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viernes, 22 de abril de 2011

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PARÁBOLA DE LAS FLEXIONES DE PECHO

PARÁBOLA DE LAS FLEXIONES DE PECHO
por Carlos Rey



Esteban era el alumno más fornido de la clase de religión del profesor Pérez. Un día el profesor le pidió que se quedara un rato después de la clase, y le preguntó:
—¿Cuántas flexiones de pecho puedes hacer?
—¿Flexiones de pecho?
—Sí, también se conocen como planchas y lagartijas.
—¡Ah! Puedo hacer sesenta —le contestó Esteban.
—¿Sesenta? ¡Muy bien, Esteban! —lo felicitó el profesor—. ¿Crees que podrías hacer ciento veinte?
—No sé —respondió Esteban—; nunca he hecho ciento veinte seguidas.
—¿Qué tal si las haces en series de cinco? Para que mi plan dé resultado, necesito que este viernes hagas ciento veinte en series de cinco. ¿Crees que puedes hacerlo?
—Bueno, creo que sí. Por lo menos puedo intentarlo.
Y así quedaron. Ese viernes al comienzo de la clase el profesor Pérez sacó una caja llena de las galletas predilectas de todos.
El profesor se acercó a la primera niña en la primera fila y le preguntó:
—María, ¿quieres una galleta?
María respondió:
—Sí, gracias.
—Entonces el profesor se volvió a Esteban y le preguntó:
—Esteban, ¿puedes hacer cinco flexiones de pecho para que María reciba una galleta?
—Claro —dijo Esteban—, y comenzó a hacer cinco flexiones.
Tan pronto como Esteban terminó de hacerlas, el profesor puso una galleta sobre el pupitre de María. De ahí pasó a José, el próximo alumno, y le preguntó:
—José, ¿quieres una galleta?
Cuando José le dijo que sí, el profesor le pidió a Esteban que hiciera otras cinco flexiones, Esteban las hizo, y José también recibió su galleta.
Así procedieron hasta que terminaron la primera fila. Esteban hizo cinco flexiones por persona para que cada una pudiera recibir su galleta. En la segunda fila llegaron a Pedro, el capitán del equipo de fútbol. Cuando el profesor le preguntó si quería una galleta, Pedro respondió:
—¿Acaso no puedo hacer las flexiones yo mismo?
—No, las tiene que hacer Esteban —le contestó el profesor.
—Entonces yo no quiero una galleta —replicó Pedro.
No obstante, el profesor le pidió a Esteban que hiciera cinco flexiones de pecho para que Pedro recibiera la galleta que no quería, y le dijo a Pedro que si no quería la galleta, que la dejara encima del pupitre.
Al ver que Esteban sudaba y que ya no volvía a levantarse entre series porque le exigía demasiado esfuerzo, los alumnos de la tercera fila dijeron uno tras otro que no querían la galleta. Sin embargo, cada vez que Esteban hacía otras cinco flexiones, el profesor ponía una galleta en el siguiente pupitre.
Al final de la cuarta fila, los brazos de Esteban le temblaban con cada flexión, y gotas de sudor le corrían por el rostro, así como las lágrimas de los alumnos que lo observaban. Cuando terminó de hacer la última flexión, consciente de que había logrado hacer todas las flexiones necesarias, sintió que se le desplomaron los brazos y cayó de bruces contra el piso.
El profesor Pérez dijo entonces:
—Fue así como nuestro Salvador Jesucristo exclamó con fuerza: «¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!»1 Y consciente de que había hecho todo lo necesario para pagar el precio de nuestra salvación, se desplomó en la cruz y murió, aun por los que no querían aceptar esa salvación.


1.Lc 23:46

LEER DE ARRIBA HACIA ABAJO Y LUEGO DE ABAJO HACIA ARRIBA

Con cariño: Los Políticos

Nosotros cumplimos con lo que prometemos.

Sólo los necios pueden creer que

no lucharemos contra la corrupción.

Porque si hay algo seguro para nosotros es que

la honestidad y la transparencia son fundamentales

para alcanzar nuestros ideales

Demostraremos que es una gran estupidez creer que

las mafias seguirán formando parte del gobierno como en otros tiempos

Aseguramos sin resquicio de duda que

la justicia social será el fin principal de nuestro accionar.

Pese a eso, todavía hay idiotas que fantasean - o añoran - que

se pueda seguir gobernando con las mañas de la vieja política.

Cuando asumamos el poder, haremos lo imposible para que

se acaben las jubilaciones de privilegio y los negociados.

No permitiremos de ningún modo que

nuestros niños mueran de hambre..

Cumpliremos nuestros propósitos aunque

los recursos económicos se hayan agotado.

Ejerceremos el poder hasta que

Comprendan desde ahora que

Somos la 'nueva política'.

Convincente, ¿verdad? .. Ahora leelo de abajo hacia arriba renglón a renglón...






QUE OPINAS...requetebueno...........................

lunes, 18 de abril de 2011

«TE DESEO...»

«TE DESEO...»
por Carlos Rey



Primero te deseo que ames,
y que, al amar, también seas amado,
y que, de no ser así, seas breve en olvidar,
y que, después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo además que no estés solo,
pero que si lo estuvieras, sepas estarlo sin desesperarte.
Deseo también que tengas amigos,
y que aun los malos e inconsecuentes sean valientes y fieles,
y que por lo menos haya uno que sea digno de tu confianza.
Y porque la vida es así, deseo además que tengas enemigos,
ni muchos ni pocos, sino en la medida equilibrada,
para que algunas veces pongas en duda tus propias certidumbres,
y que entre tus enemigos haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Deseo así mismo que seas útil, pero no indispensable,
y que en los momentos malos, cuando no quede nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
De igual modo deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,
sino con los que se equivocan mucho y sin remedio,
y que, haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a los demás.
Deseo que, siendo joven, no madures muy deprisa,
y que, ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que, siendo viejo, no te entregues a la desesperanza;
porque cada edad tiene su placer y su dolor,
y hay que darles su lugar en nosotros.
Dicho sea de paso, deseo que estés triste,
no todo el año ni un mes, y ni siquiera una semana,
sino un día nada más; pero que en ese día de tristeza descubras
que la risa diaria es buena, la risa habitual es vana y la risa constante es insensata.
Deseo que descubras, con máxima urgencia,...
que existen y te rodean víctimas de injusticia, oprimidas e infelices....
Deseo incluso que acaricies un gato, alimentes un pájaro
y oigas un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera te sentirás bien sin haber hecho nada importante.
Deseo también que siembres tu semilla, por más ridículo que parezca su tamaño,
y que la acompañes en su crecimiento cada día
para que sepas de cuántas vidas está formado un árbol.
. . . . . . . . . .
Deseo además que seas frugal, pero no de un modo exagerado sino bien pensado;
pero que esa frugalidad no impida que te des un gusto de vez en cuando.
Deseo también que ninguno de tus afectos se extinga, por tu causa,
pero que si se extingue alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Por último, te deseo que, siendo hombre, tengas una buena mujer,
y que, siendo mujer, tengas un buen hombre.
Y que se amen hoy, mañana y al día siguiente,
no de forma esporádica sino de modo constante desde ahora en adelante,
y que cuando estén exhaustos y sonrientes, aún tengan amor para volver a comenzar.
Y si todo esto llegara a suceder, no tendría nada más que desearte.1
Tal vez lo único de veras importante que el poeta brasileño Sérgio Jockymann pudo también haberle deseado al destinatario de estos emotivos versos que publicó en 1978 fuera lo siguiente que San Pablo, el venerado apóstol, les desea con vehemencia a sus destinatarios en Éfeso: que «puedan comprender... cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento».2


1Sérgio Jockymann, «Os Votos», Jornal Folha da Tarde, Porto Alegre, R.S., Brasil, 30 diciembre 1978

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jueves, 24 de marzo de 2011

HISTORIA DE UNA OVEJA PERDIDA

HISTORIA DE UNA OVEJA PERDIDA
por Carlos Rey

Los siguientes versos compuestos por un autor desconocido, y que tradujo del inglés el poeta cubano Luis Bernal Lumpuy, llevan por título Historia de una oveja perdida:

Mucho amaba el pastor a su ovejita,
y siempre la cuidaba con ternura...
Con mirada amorosa la seguía
mientras ella saltaba en la llanura.

Al sentarse junto al rebaño que cuidaba
que dócilmente su voz obedecía,
pensaba con tristeza en su ovejita,
la que una y otra vez se le perdía.

Es cierto que la ovejita cariñosa
adoraba a su Pastor sin una queja,
pero a veces se apartaba del camino
como a menudo hacen las ovejas.

A su amada ovejita extraviada
llamábala el pastor con tierna voz:
“Vuelve, pequeñita, porque no estás segura
a menos que estés donde estoy yo.”

Pero pronto la ovejita se olvidaba
y se le descarriaba irreflexiva,
y sin darse cuenta de sus actos,
del lado del pastor pronto se iba.

Hasta que un día, con bondad y tino,
tomó el pastor su vara con firmeza,
y lo que Él hizo entonces parecía
algo cruel a los ojos de la oveja.

Tan fuerte fue el golpe de la vara
que le quebró una pata a la ovejita,
y la dejó cojeando por el prado
donde antes saltaba espigadita.

Entonces, extenuada, adolorida,
de rodillas cayó, y en la quietud
contempló a su pastor como diciendo:
“¿Quisieras explicarme tu actitud?”

Vio el amor en los ojos del pastor
que bañaban de lágrimas el rostro,
mientras con ternura le sanaba
las fracturas de su hueso roto.

Al sentirse desamparada por completo,
sin poder siquiera levantarse,
se entregó sin reservas en los brazos
de su Pastor, donde podía arrobarse.

Después día tras día, hasta que fue sanada,
se mantuvo alejada del rebaño,
llevada en los brazos del pastor
y acunada y protegida como antaño.

El pastor con cariño susurraba
palabras a su ahora atento oído...
Estaba escuchando la dulzura
que las otras ovejas no han sentido.

Sintió el afecto del cordial abrazo
que le dio el pastor de corazón sincero...
Y fue para su debilidad y su quebranto
como una nueva bendición del cielo.

El Pastor satisfizo plenamente
cada necesidad de la ovejita,
que aprendió al fin en su dolor y angustia
una enseñanza que nunca olvidaría.

Por fin su hueso roto fue sanado,
y una vez más anduvo saltarina...
Adondequiera que el pastor guiaba,
la ovejita alegre lo seguía.

Así anduvo la ovejita para siempre
muy cerca del pastor día tras día;
porque una vez que una oveja se quebranta,
ya no vuelve a perderse en rebeldía.

Las cuerdas del amor la ataron tanto
en su hora de dolor y de amargura
que ya no quiso apartarse de los brazos
que una vez la sanaron con ternura.

Tal vez te sientas quebrantado hoy,
y no entiendas por qué fuiste golpeado
por la vara de un Pastor tan amoroso.
¿Será que no crees que vino de su mano?

Él sólo trata, con ese tierno golpe,
de apartarte del bullicio por un tiempo,
acunarte en sus brazos amorosos
y acercarte a su regazo con su ejemplo.

Observa la mirada del Pastor amante,
y busca su rostro con amor y anhelo...
Prueba en la hora del quebranto
el poder de su gracia y su consuelo.

Cuando en sus brazos tiernos te refugies
y sientas cada día su mano fuerte,
¡con sus cuerdas de amor te atará el alma
para que nunca vuelvas a perderte!1
1 Autor desconocido, «Historia de una oveja perdida», traducción del inglés «Story of a Straying Lamb» de Luis Bernal Lumpuy, 1998.

jueves, 24 de febrero de 2011

EL PIROPO EN COSTA RICA

por Carlos Rey



«En el caso costarricense, la posibilidad de “piropear”... constituye... un elemento revelador del quehacer popular y de la idiosincrasia del pueblo. Ahora bien, el piropo ha sufrido un desgaste en su uso. En sus inicios,... los emisores [y] los receptores [se conocían].... [Pero] al [dejar de conocerse] la mayoría..., el piropo pasaría al anonimato, y sus enunciados originarios de galantería positiva se convertirían en contenidos distintos, conducentes más bien a la degradación... [con] rasgos como el ingenio, la picardía, la sátira,... el... chiste... y el vacilón como categorías... en el enfrentamiento diario a muchas situaciones....
»El piropo es, en principio, un mensaje lingüístico que tiene como finalidad esencial despertar una reacción concreta en el destinatario. La respuesta puede ser negativa o positiva, de acuerdo con la intencionalidad del emisor del discurso....
»En buena parte de los casos, el hombre abre el proceso; pero en muchas situaciones la mujer, o inicia el mensaje o responde coherentemente a lo planteado por el hombre:
»—¡Adiós, Ricura!
»—¿Qué le pasa, mechudo?
»Esa ingeniosa respuesta se la dio una decidida muchacha a un sujeto que no tenía un solo cabello en la cabeza....
»... Emilia Prieto se interesó en recuperar [los siguientes] piropos de corte tradicional, [algunos en verso]:
»“Si así son las flores,
mi profesión es jardinero.”
»“Como la luna en el cielo
o la rosa en el vergel
tenés el candor de un lirio
y la gracia de un clavel.”
»“La sonrisa de tus labios
tiene dulzura infinita,
y cuando veo tu sonrisa
toda pena se me quita.”
»“Sentí tu presencia un día
al llegar a este lugar.
Muñeca, ¡qué lindo sería
que formáramos un hogar!”
»... [He aquí otros piropos] del hombre a la mujer:
»—¡Amor, eres un castigo para cualquier hombre!...
»—Adiós, linda. ¡Con esos ojos iluminas mi vida!...
»—¡Juguemos ajedrez: usted la dama, yo el rey!...
»—Suegra, vaya con Dios, que yo voy con su hija....
»—No le pida más a Dios, porque ya se lo dio todo....
»—Si la belleza fuera pecado, usted no tendría perdón de Dios....1
Así trata el profesor costarricense Guillermo Barzuna el tema del piropo en su obra titulada Caserón de teja: Ensayos sobre patrimonio y cultura popular en Costa Rica. ¡Qué interesante es observar cómo la cultura religiosa está tan arraigada en la cultura popular que hasta da como resultado piropos que aluden a Dios! Pero ¿será una teología sana la que resulta de todo eso?
Menos mal que, si bien no se crearon con ese fin, algunos piropos sí se prestan para la reflexión espiritual. Por ejemplo, ¿es posible recibir tanta bendición de Dios, ya sea física, material o espiritual, que no haga falta pedirle más? Tal vez... El salmista David presenta a Dios como quien colma de bienes nuestra vida, y nos rejuvenece como a las águilas,2 y San Pablo lo describe como quien «puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir».3 Pero, en definitiva, ¡Dios sí nos concedería el perdón, con tal que se lo pidiéramos, si la belleza con que nos haya creado fuera tan deslumbrante que se juzgara pecado!


1Guillermo Barzuna, «Tradición, seducción y decadencia en el piropo costarricense», Caserón de teja: Ensayos sobre patrimonio y cultura popular en Costa Rica (San José, Costa Rica: Editorial Nueva Década, 1989), pp. 40‑48.
2Sal 103:5
3Ef 3:20


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lunes, 7 de febrero de 2011

UN CUENTO PARA MARGARITA

por Carlos Rey



Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.
Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?»
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad.»
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar.»
Y dice ella: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué;
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté.»
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver.»
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí.»
Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
* * *
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento